09 julio 2010

HUMANIDAD ES PARA HUMILDES DE CORAZÓN

Amigos que tremenda historia que me envió mi suegra, (Gracias Doña Ilonka), leerla un viernes en la tarde, finalizando una jornada de trabajo me cayó súper bien y me toco profundamente, por eso la comparto a todos ustedes.
Cuando Howard Kelly se fue de la casa, no sólo se sintió físicamente más fuerte, sino que también su fe en Dios y en los hombres era más fuerte. Él había estado listo para rendirse y dejar todo.

Para ser humanitario, primero debemos ser humildes de corazón, espero lo disfruten.

Un día, un muchacho pobre que vendía mercancías de puerta en puerta para pagar sus estudios, notó que sólo le quedaba una simple moneda de diez centavos, y tenía hambre. Decidió que pediría comida en la próxima casa
Sin embargo, sus nervios lo traicionaron cuando una encantadora mujer joven le abrió la puerta.
En lugar de comida pidió un vaso de agua.



Ella pensó que el joven parecía hambriento así que le trajo un gran vaso de leche.

Él lo bebió despacio, y entonces le preguntó, "¿Cuánto le debo? "No me debes nada," contestó Ella. "Mi madre siempre nos ha enseñado a nunca aceptar pago por una caridad".

Él dijo ..... "Entonces, te lo agradezco de todo corazón."


Años después esa joven mujer enfermó gravemente.

Los doctores locales estaban confundidos. Finalmente la enviaron a la gran ciudad, donde llamaron a especialistas para estudiar su rara enfermedad. Se llamó al Dr. Howard Kelly para consultarle. Cuando oyó el nombre del pueblo de donde ella vino, una extraña luz llenó sus ojos. Inmediatamente subió del vestíbulo del hospital a su cuarto. Vestido con su bata de doctor entró a verla. La reconoció en seguida. Regresó al cuarto de observación determinado a hacer lo mejor para salvar su vida.

Desde ese día prestó atención especial al caso. Después de una larga lucha, ganó la batalla. El Dr. Kelly pidió a la oficina de administración del hospital que le enviaran la factura total de los gastos para aprobarla. Él la reviso y entonces escribió algo en el borde y le envió la factura al cuarto de la paciente.
Ella temía abrirla, porque sabía que le tomaría el resto de su vida para pagar todos los gastos. Finalmente la abrió, y algo llamo su atención en el borde de la factura.

Leyó estas palabras.....

"Pagado por completo hace muchos años con un vaso de leche - (firmado) Dr. Howard Kelly".

Lágrimas de alegría inundaron sus ojos y su feliz corazón oró así:

"Gracias, Dios porque Tu amor se ha manifestado en las manos y los corazones humanos"




Sobre Dr. Howard Kelly, Cirujano Ginecológico




De ascendencia irlandesa y perteneciente a una familia de profundas convicciones religiosas. Leía la Biblia a diario. Cuando llegó a su mayoría de edad, su madre le obsequió una bella edición de ésta que ocupaba el lugar más importante de su nutrida biblioteca. Nació en Camden, Nueva Jersey, en febrero de 1858 y fue el último de los cuatro fundadores de Johns Hopkins en ser requerido para iniciar las labores asistenciales y académicas del nuevo hospital. Durante sus estudios de primaria en la Universidad de Pensilvania, se destacaba por su gran afición a las ciencias naturales y al estudio de los idiomas, francés, italiano, español y latín. Igualmente se distinguió por la gran dedicación al piano. Inició muy joven sus estudios de medicina en 1877, también en la Universidad de Pensilvania, en donde el programa docente era extremadamente estricto. La escuela contaba con excelentes instalaciones, sofisticados laboratorios de química, histología y patología, lo que permitía a los estudiantes una sólida preparación en las ciencias básicas

3 comentarios:

  1. Ya conocía esta bella y noble historia...pero cada vez que la leo, me emociona y conmueve como la primera vez. Gracias!

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  2. QUE LINDA HISTORIA...DIOS MIO

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